viernes, 5 de julio de 2013

CAMPING NATURISTAS EN ESPAÑA


Desde muy pequeña me enseñaron a ver la desnudez como algo natural, no sentir vergüenza de mi cuerpo; sin embargo, durante la adolescencia olvidé esa sensación sin saber muy bien por qué.  Ahora, algo más adulta, aprovecho el verano para perderme por cualquier rincón en el que desintoxicarme de los prejuicios del invierno. Cuando me quito la ropa, me desnudo de cuerpo y mente, siento que libero mi cuerpo, me olvido de protocolos sociales, de tabúes, de preocupaciones, de ataduras, de complejos,... en definitiva, olvido la apariencia y todo lo opresivo que gira en torno a ella.

De pronto un día, quieres conocer sitios nuevos, y sí, información hay a patadas pero eché de menos un lugar en el que toda esa información estuviera organizada, detallada y a mi alcance. Por eso, me propuse compartir lo que conozco, que tampoco es mucho, con quien pudiera interesarle. Me gustaría hacer un recorrido por todos los campings naturistas de la península española, haciendo un breve y PERSONAL comentario de cada uno y acompañándolos con fotos o con la web en la medida de la posible. 

La mayoría de estos campings están cerca de la costa, otros son del interior, pero todos se encuentran en el este de España. Para el recorrido, iré bajando de norte a sur, 
comenzando desde Gerona y terminando en Cádiz.

El primero de estos campings, como ya he dicho, se encuentra en Mont-Ras (Gerona) y es, sin duda, uno de mis favoritos, se llama Relax-Nat. 

Está bien situado (5 Km de Palamós y 3 Km de Palafrugell, muy cerca de todas las playas y calitas impresionantes de la Costa Brava)  y hace honor a su nombre, es un camping súper tranquilo, por mucho que vayas en temporada alta no escucharás ruido. Es un sitio para relajarte, con bungalows, Mobil-homes y con mucho espacio para acampar, lleno de eucaliptos, con sombra suficiente y un sitio precioso. Tiene dos piscinas, una grande frente al restaurante y otra más pequeñita, un parque infantil enorme y un salón social con ordenadores y biblioteca, creo recordar. Además, nos sorprendió muchísimo lo bien que se comía en el restaurante, que seguro que en otro camping no lo recomendaría. También hay un supermercado chiquitito y distintas instalaciones para realizar deporte (pista de tenis, mesas de ping-pong,...). No es de los más baratos, pero no es excesivamente caro.

En resumen, es un sitio inmejorable para quien quiera pasar unas vacaciones cómodas y tranquilas, o para quien quiera practicar idiomas porque la mayoría son extranjeros... 



                     
                                          La web del camping Relax-Nat: PINCHA AQUÍ


De Gerona, bajamos hasta llegar a Tarragona. Allí, hay dos opciones completamente diferentes. Por un lado, el pueblo naturista El Fonoll, en la Conca de Barberá y, por otro, 
el camping El Templo del Sol, en L´Hospitalet de l´Infant.

Tengo que reconocer que la oferta naturista en Tarragona no es que me apasione en cuanto a los alojamientos por supuesto, porque en cuanto a las playas... de las más bonitas!! Pero de playas ya hablaremos en otro post.

Primero encontramos El Fonoll. Es una manera de decir que está más al norte, porque encontrarlo no es tan fácil. Mi experiencia en El Fonoll es nefasta. Aprovechamos el día de playa antes de ir a este pueblo, ya que  está en el interior, en la Vall del Corb, o lo que es lo mismo, ¡a tomar por culo! Salimos de la playa no muy tarde para aguardar que no se nos hiciera de noche, algo imposible. Los comienzos ya fueron agobiantes, el sitio parecía no llegar nunca, solo subías y bajabas montañas como si te acercaras al fin del mundo. De pronto el GPS, desistió, nos dijo que siguiéramos nosotras; y entonces comenzamos a adentrarnos aún más con la incertidumbre de si conseguiríamos aparecer antes de Navidad en casa si nos perdíamos. La cobertura de los móviles por supuesto hacía años luz que se despidió de nosotras. 
Los paisajes preciosos, pero qué miedito!




Ya por última, nos dio por reír. Llegamos a un sitio donde solo había molinos de viento y donde teníamos la seguridad que no encontraríamos nada más. Dimos la vuelta pensando que nos habíamos saltado la indicación y, esto mismo, varias veces. Nos dio tiempo a reírnos, hacer tonterías, reírnos, agobiarnos, reírnos, y así...



De pronto, ¡una luz! ¡Conseguiríamos salir de allí, un coche se acercaba hacia nosotras! 
El vigilante de los molinos se acercaba a preguntar qué carajo hacíamos allí, lo mismo que nos preguntábamos nosotras hacia rato. Este buen hombre, nos llevó con el coche hasta el sitio que por fin nos indicaría cómo llegar a ese pueblo escondido. Un cartel como éste, nos atestiguaba que si seguíamos esa flechita en una hora estaríamos allí.



¡Por fin conseguimos llegar! Debíamos bajar entre montañas y carteles que nos advertían de lo que no se podía hacer en todo el poblado, entre otras cosas, fumar. (Después del agobio del viajecito a ver quien era el valiente que me lo prohibía jaja). Bueno, resumiendo, supongo que el sitio tiene montón de cosas buenas e interesantes que desconozco pero a nosotras nos venció la situación. Llegamos casi de noche, nos recibió Emily, la verdad que fue encantador. Estaban cenando y nos ofrecieron sentarnos, pero nos negamos por montar cuanto antes todo el tinglado. Además, le expliqué que necesitaba llamar porque un familiar estaba malo y lógicamente no tenía cobertura, y él nos abrió las puertas de su casa para lo que necesitáramos. 

Sin embargo, duramos poco allí aunque resulte impensable. Nos explicó donde estaba la "zona de camping" (aún había que bajar más montañas...). Era un sitio recóndito, alejado y solitario, como cuando acampas en medio del campo. Mientras bajábamos hasta la "zona de camping", vimos alguna que otra tienda y caravana con banderas independentistas, que llevarían allí como medio siglo. Llegamos a una pequeña explanada donde había una caravana y 5 o 6 perros deambulando llenos de bichos y garrapatas. No sabíamos donde montar la tienda, estaba lleno de malezas, apenas se veía, nos encontramos un escorpión que podía pasar por cocodrilo,... horrible! Pensamos que era mejor relajarnos y darnos una ducha antes de seguir; veníamos de la playa. Sabíamos que utilizaban energía solar pero no que era tan limitada que solo cubría lo que era comedor y casa de Emily; de manera que cuando seguimos las indicaciones que nos habían dado para llegar a las duchas, nos encontramos dos duchas de piscina a la intemperie, de las que no paraba de salir agua (fría por supuesto) y para cerrar el grifo tenías que cerrar la llave del agua... realmente deprimente! A todo esto, hay que sumarle, el fresquete de Tarragona; a ver quien era capaz de ducharse a esa hora. 

Visto el panorama, y aunque resulte impensable, decidimos que lo mejor era salir pitando de allí; y así, como a las once de la noche, volvimos a meter los bártulos en el coche para coger camino a Dios sabe donde...... (aunque poco tiene que ver con el título del post, a nota informativa, comunico que llegamos tarde pero sanas y salvas, y tuvimos que pasar la noche en un camping  que era "el (piii) de la Bernarda"; para colmo era sábado). En definitiva, una experiencia muy aconsejable jaja También de verdad, INSISTO! 
esta es mi experiencia, solo mia, quizás fuera mañana y me encantara, no lo sé.



Después de este rollazo, continúo. Seguidamente, en L´Hospitalet de l´Infant, encontraríamos El Templo del Sol, todo lo contrario. 

Este camping, ya lo he dicho, tampoco es santo de mi devoción. Es como irte a un complejo turístico pero acampando entre árboles. Allí encontrarás bares, restaurantes, piscinas, equipo de animación, un cine, jacuzzi, pizzería, supermercado,... creo que hay hasta una peluquería. No solo no me gustó por todo eso si no que también es súper caro y te exigen quedarte un mínimo de cinco días (a quién le gusta que le exijan??) Para colmo, piden el carné de naturista a parejas de dos hombres o dos mujeres, detestable!

Lo que sí aconsejo, es conocer la playa que colinda con el camping, la playa de Torn, 
es realmente preciosa!!





Al salir de Cataluña, entramos primero en Castellón. Bonitas playas pero nada de camping naturista. Ya hablaremos de playas, ahora sigo bajando hasta Valencia y aquí me paro con gusto...

En Enguera, Valencia, hay un camping naturista en plena sierra, como a una hora de la playa más cercana. Se llama Sierra Natura y es el camping más bonito que he visto en mi vida con diferencia.

Nos contaron la historia del sitio pero ya no la recuerdo. Creo que el dueño tenía un trabajo estable y un día comenzó a utilizar una técnica diferente de construcción, poco utilizada, y se aventuró en este proyecto. Se trata del ferrocemento, que consiste, si mal no entendí, en ir colocando mallas de acero flexible, sobrepuestas unas sobre otras de manera que se va consiguiendo esa impresión curvada y con movimiento que nos recuerda a las casas de los cuentos; y todo ello, cubierto con hormigón armado. (Que me perdonen  los entendidos, normalmente no hablo de lo que no tengo ni idea). Al parecer, además de ser una construcción bastante resistente, es más apropiada para el medio en cuanto a sus costos y tecnología. De igual modo, solo utilizan pinturas naturales; intentan ser lo más respetuosos posible con el medio ambiente.

Al llegar nos recibió Bernard, un chaval encantador que lleva veraneando allí desde chiquito, él nos enseñaría todo el camping y estaría a nuestra disposición hasta que nos fuéramos. De vez en cuando, se acercaba a ver cómo estábamos, si todo iba bien, si nos faltaba algo,... un primor! Y también Carmen y Mónica, las que coordinan aquello (tienda, recepción,...), dos encantos! 

No sabría qué foto escoger así que directamente os invito a que pinchéis el siguiente enlace para que veáis fotos de los distintos sitios del camping: http://www.sierranatura.com/SIerranatura/Una_Visita/Una_Visita.html

Es una gozada estar bañándote en la piscina y mirar a tu alrededor. Además, no tienes que preocuparte del dinero desde que entras en el camping. Hay una libreta y, una de esas páginas, es la tuya, así que si estás en la piscina y te apetece una cerveza, vas al comedor o a la tienda, la coges y te apuntas; así de fácil. Lo mismo ocurre para comer, te vas apuntando en una pizarra cada vez que quieras desayunar, almorzar o cenar allí, y el último día, antes de irte, pagas todos los gastos que hayas hecho. 

¡La comida es otra gozada! Todos los platos son vegetarianos, del huerto ecológico, y la comida es muy creativa y sabrosa, sería un error irse sin probarla. A la hora de las comidas tocan una campanita y todos los que se hayan apuntado en la pizarra entran a comer al comedor, como cual madre llamando a sus hijos. Hay una mesa larga para sentarse todos juntos; al entrar, recoges tus cubiertos y demás, y montas tu mesa como en casa. Al terminar, igualmente, retiras tus desechos y recoges tu mesa.

En cuanto al camping, es pequeñito, íntimo; pero no echas de menos más espacio, porque las parcelas tienen diferentes alturas y esto te da intimidad. A su alrededor, tienes toda la Sierra de Enguera para pasear a tus anchas, sin ropa y sin prisas, disfrutando del paisaje. También cuenta con jacuzzi y sauna, aunque esta última no la abren en verano, y hacen montón de actividades (talleres, yoga, meditación, excursiones a un lago, baños de arcilla, elaboración de pan o mermeladas,... es muy divertido). El ambiente es inmejorable, parece que la gente que visita Sierra Natura, vuelve a ir cada año, así que da la impresión que todo el mundo se conoce. Conocimos varias familias y parejas, todo el mundo encantador; por la noche hacían algunas actuaciones espontáneas en el comedor (lo llaman la Cúpula, y lo utilizan como comedor y como salón social para celebraciones, actuaciones, tertulias,...), y si no querías entretenerte era mejor que no pasaras por allí, todos están muy pendientes de todo, es como una gran familia, una comunidad.

Un sitio tranquilo, acogedor, pero también muy divertido; donde para pasarlo bien no es necesario gritar o subir el volumen de la música, tan solo conversar, tocar una guitarra, o cantar pero sin irrumpir ese ambiente de paz que se respira en Sierra Natura, todo muy bohemio y natural. 
Es un sitio especial, que sin duda recomiendo a todos.

Si tuviera que decir algún inconveniente, si no quieres comer en el comedor (que tampoco es barato aunque la calidad lo justifica), debes llevarte la comida y claro, allí no tienes ningún sitio cercano para comprar y en la tienda solo venden productos básicos. Los días que estuvimos, el primero aguantamos con la comida que traíamos, otro par de veces comimos en el comedor y el resto, teníamos que ir a un camping que había por allí cerca y el chaval del bar nos vendía verduras, pan, algo de pescado,... lo que tuviera para ese día. 

Otro engorro es lo de la cobertura (solo había cobertura Movistar), es otra manera de desintoxicarse y yo estaría encantada, pero hay quienes tienen familiares mayores, a su cargo, enfermos,.. y necesitan estar operativos para cualquier alerta. Este era nuestro caso, y la verdad que no tuvimos problema porque allí hay un teléfono tipo cabina al que pueden llamar en cualquier momento, y como todo queda en familia, me avisarían; además Carmen y Mónica se ofrecieron de inmediato para que las llamaran a su móvil a la hora que hiciera falta; pero de momento, te puede agobiar un poco.

Por lo demás, ya lo he dicho, sitio precioso, acogedor, tranquilo, con un ambiente inmejorable, donde seguro te sentirás cómodo, y si encima eres un poco cabra, te volverás loco en plena sierra, en pleno monte, en plena naturaleza. Me vuelve loca este camping, lo reconozco; y es que para mi no hay nada mejor que la playa pero es cierto que en los campings de sierra se respira un aire diferente... se vive el naturismo desde dentro, no el nudismo. 



Seguimos bajando y, a todos nuestros pesares, pegamos un salto en Alicante, hasta llegar a Murcia. Aquí también tenemos más de una opción, camping de costa y de sierra.

Primero encontramos El Portús, en plena costa de Cartagena. Este camping no sabría como valorarlo, porque como camping está bien equipado, hacen muchas actividades,... pero personalmente no me gustan este tipo de campings. El Portús es como otro camping cualquiera de costa (tipo familiar, con jaleo, ruido, animación en la piscina, fiestas, música,...) pero nudista. Por eso depende de gustos; supongo que aquellas familias que tengan niños pequeños aquí los tendrán más entretenidos con los juegos y actividades, pero yo prefiero descansar de pequeñajos y de ruido durante el verano, que durante el invierno, me esperan veinticinco de entre 3 y 5 años.

En cuanto entras en el camping, ya respiras el aire de sur. Todo el mundo te habla, el tono de voz sube,... y lo dice una sevillana, vamos, que me sobra conocimiento de causa. Para quien le guste el jaleo es súper divertido; el camping es enorme, tiene un supermercado en la parte de arriba (donde también hay apartamentos, la Hacienda Montalvo), tiene tres bares, uno al lado de la piscina, otro pegando a la playa tipo chiringuito y el restaurante arriba, dos piscinas, una pequeñita arriba más tranquila y cubierta para el invierno y otra gigante donde a media tarde ponen la música altísima y el equipo de animación hace aquagym y otras chorradas (ambas con socorristas). También tiene un sitio de baños y de masajes para contratar, sitios para hacer deportes, parque infantil,... Desde la parte de arriba hay unas vistas preciosas.


Y aquí ya veis lo mejor que tiene el camping, ¡la playa morenita! Una preciosidad, aunque también con sus inconvenientes, demasiada gente para mi gusto. El camping tiene acceso directo a ella, pero también se accede o colándose en el camping y tanteando al señor sheriff del lugar (un súper guarda con tintes de sheriff de película norteamericana) o por un camino en la montaña. 
(Los delicados con las piedritas que no olviden los escarpines).


Es más bonita de lo que parece pero no está tan despejada. Y será casualidad, pero el agua tampoco estaba tan calmada. La playa está tan cerca que por la mañana nos despertaba el oleaje, algo fascinante; aunque cuando estabas en la playa, mirando el mar sin atreverte a meter un pie, no resultaba tan divertido. Peor aún, cuando lo que te atreves es a meterlo y luego no sabes cómo sacarlo. Se me ocurrió la brillante idea de hacerme la valiente y que miedito más malo la hora y media que me llevé para intentar salir jaja. Aquí os dejo un vídeo, aunque os aseguro que ni por asomo se advierten las olas que había aquel día y los siguientes.





Y el otro camping de Murcia está en Puerto Lumbreras, más al sur. Se llama Hollanders "El zorro" es un camping de interior, situado entre colinas y fruto de un proyecto de una pareja de Holandeses.

Es un camping muy grande, nos dijeron que 7 hectáreas, que conserva a propósito una apariencia más salvaje. No hay división por parcelas, caminos, pocas tomas de corriente,... Tiene como dos alturas, una inferior en la que se acampa (con varios servicios y lavabos individuales) y otra superior en la que se encuentran la casa de los dueños, el Cortijo la Zorra, habitaciones rurales, los servicios,... y esa súper piscina con un pequeño área de descanso con sofás, minibar, minicadena y juegos. El "minibar", funciona parecido a Sierra Natura. Hay un frigorífico grande lleno de cervezas y vino sobre todo, coges lo que te apetece cuando te apetece, vas apuntando en una libreta lo que consumes y al final lo pagas.

A diferencia de Sierra Natura en este camping todo es súper barato; electricidad pagas únicamente lo que consumes así que casi ni lo notas, no sacan apenas rentabilidad de las bebidas, cualquier actividad es gratuita, los perros por 0,50 € al día (a diferencia de los 3 euros que te suele cobrar la mayoría de campings),...


Tiene otro bar a modo salón social con televisión, biblioteca,... que funciona igualmente sin dinero y sin control alguno. En verano dan comidas y cenas pero para comprar íbamos al pueblo que estaba relativamente cerca; no está tan aislado. También tiene una zona con camitas tailandesas, donde puedes dormir mirando las estrellas los días de calor (impresionante en plena sierra).

Prácticamente en todo el camping era imposible hablar castellano. Éramos las únicas dos españolas, casi todos holandeses y también muchos belgas. La pareja dueña del camping encantadora, muy hospitalaria y preocupada por que estemos a gusto y no nos falte de nada. Ella chapurrea el castellano con mucho trabajo porque apenas recibe visitantes españoles, pero se interesa por conocer e integrar a todos los que llegamos. El motor del camping, el inglés!

Los propios huéspedes organizan talleres y actividades de yoga, meditación, taichi, chikung... de manera gratuita. Compartiendo aquello que saben hacer con el resto de la comunidad. Es imposible no relacionarte, todo el mundo está muy unido e interesado en conocer a quien esté allí. Además de ser las únicas españolas, sin duda éramos las más jóvenes, lo que no resultó ningún inconveniente para pasarlo francamente bien. Al caer la tarde, nos reuníamos todos juntos en la piscina.

Aunque repitiéndome y reconociendo mi predilección por la arena y el mar, tengo que decir que la unión que se respira en los campings naturistas de sierra hacen de cada visita una experiencia única e inolvidable. Al igual que en Sierra Natura, me vuelve loca este sitio, su gente y ese aire tan diferente que allí se respira. ¡Sin duda, volveré!

Aquí tenéis la web.



Sin más, llegamos a Almería y aquí tenemos que lamentarnos. Hace años había varios campings, Almanzora y Las Rozas, pero ambos cerraron. Ahora la oferta se limita a Vera, sitio precioso y que no le falta de nada, pero que no está al alcance de muchos campistas entre los que me incluyo. Y no es que tampoco tenga mucha ilusión de ir a Vera, me gusta levantarme por la mañana con el olor a café del vecino, con el sonido de los pájaros, tirarme entre eucaliptos,... (y fumármelos también por lo que veis jaja). Vamos que si voy de camping es porque me gusta sentirme en plena naturaleza, no querría meterme en un apartamento. Prefiero pasar por Almería, irme al camping Sopalmo que, aunque no es naturista, tiene su propio encanto, visitar las preciosas playas de la Sierra de Gata y, en todo caso, llegarme a Vera a la tarde y tomarme un pedazo de gin tonic en el chiringuito (teniendo mejores sitios que ir igualmente).

De Almería, saltamos Granada, y nos vamos a Málaga
Allí encontramos el camping Almanat, en Almayate.

Este camping me recuerda muchísimo al Portús, también muy grande y con acceso directo a la playa, aunque si tuviera que elegir me quedo sin duda con el Portús. La playa es incomparable, la morenita de Murcia es una calita entre montañas y la de Almayate es una playa larguísima, a la que se accede sin problema desde diferentes sitios y con el agua sucia (al menos cuando nosotras fuimos, que nos dijeron que no siempre estaba así). Además, detrás hay vegetación y eso da pie a muchos salidos 
y mucho movimiento extraño. Durante el día está repleta de gente, lo que no es muy cómodo, pero es que al caer la tarde también estás incómoda por eso.


Hay playas mucho más bonitas en Málaga y, aunque haya dicho que de playas ya hablaré en otro momento, tengo que reconocer mi predilección por las Alberquillas.


En el Almanat las parcelas están divididas y en el Portús te pones donde quieres, sin embargo, éste también es un camping familiar, con sitios para hacer deporte, salón social, parque infantil, sala de Internet, bar, restaurante,... Que, por cierto, este último está abierto al público a partir de las 8 de la tarde o así y te obligan a ponerte la ropa (?¿?¿) Algo absurdo, teniendo en cuenta que pertenece a un camping naturista y que está a pie de playa, naturista también. A su favor, tengo que reconocer que el Portús tiene pocos árboles y, como consecuencia, poca sombra, y este no.


Tiene una piscina bastante grande y un pequeño jacuzzi en una de las esquinas en el que tienes que pagar para meterte y que cierra con el horario de piscina. También hay una piscina climatizada que solo abren hasta el 15 de junio, y una sauna también para invierno.







Por último, Cádiz. En Conil de la Frontera, está el camping Cala del Aceite. Este camping es parcialmente nudista, tiene zona textil y, al fondo, zona nudista; 
y tengo que reconocer que le tengo especial cariño.

El primer camping naturista que conocí fue en Salema, Portugal, sin embargo, para mi este es como si hubiera sido el primero. Dada la cercanía, cada año nos acercamos varias veces, conocemos a los dueños y nos sentimos como en casa. Es un camping de costa, situado en frente de la cala de Aceite (aunque no tiene acceso directo). La zona textil no tiene nada que ver con la nudista, a nosotros nos tratan mejor :p 
El sitio es precioso y tranquilo, con una piscina y, subiendo esas escaleritas, una sauna 
y un jacuzzi que también está abierto por la noche. Además, tiene una camilla para que Cynthia de masajes la mar de baratos!



Terminas el día cansada, cenas tranquilamente y te vas al jacuzzi; te relajas, te metes en la sauna y chapuzón en la piscina, y así varias veces. Al día siguiente, tienen que volver a bautizarte porque tienes la sensación de haber vuelto a nacer...


Tiene un bar en la zona nudista, así chiquitito tipo cafetería, pero el restaurante 
y el supermercado está en la zona textil.






Espero que al menos a alguien le haya servido todo esto; si alguien quiere aportar 
algo nuevo, estaré encantada de ampliar la información, y si queréis dar vuestras opiniones también sería interesante contrastar diferentes puntos de vista. 

No quiero concluir el post, sin insistir de nuevo que ésta es tan solo me opinión, tan válida como cualquier otra pero seguro muy discutible. Las experiencias se viven en un momento dado, y varían por múltiples factores, por lo que es de esperar, que si volviera hoy mismo a visitar cada uno de estos campings, quizás variaría muchas de las opiniones que acabo de escribir.

Sin más, me despido... ¡¡A desnudarse y ser feliz!!



1 comentario:

  1. Hola hola!
    Buscando opiniones sobre Sierra Natura, he llegado a tu blog... oooh ¿por qué no has seguido escribiendo? También nos hemos quedado prendados del lugar, de hecho casi que ha cambiado mi vida... ahora siento la "necesidad" de montar algo así, que lugares como esos sólo hay tres o cuatro en todo el país!
    Espero volver a leer algo tuyo.
    Salu2.
    Miguel.

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